Su vida ha cambiado desde que las fotografías de lo que se hizo se hicieron virales
Mandy Lamrini, una mesera alemana de 35 años de edad, se cansó de pintarse las cejas y decidió tatuárselas.
No fue gran cosa en ese momento, hasta que decidió publicar en Facebook las fotografías de los resultado, los cuales le encantaron, algo que cualquier persona normal podría hacer.
Lo que pasó después no resultó como lo esperaba, ya que las respuestas que recibió por parte de sus amigos de Facebook –y las personas que las compartieron- fueron completamente negativas.
En pocos días las fotografías tuvieron miles de comentarios, y había docenas de memes haciéndole burla.
A pesar de esto, parece que Lamrini está encantada con sus tatuajes y no se arrepiente en lo absoluto de habérselos hecho. Confesó que no imaginaba que todo esto fuera a volverse tan famoso, ni que los medios fueran a escribir sobre ella. Agregó que se siente horada, debido a que ganó una gran cantidad se seguidores y ofertas para modelar.