Kim Jones tenía más de una sorpresa lista para su entrada triunfal como director creativo de la maison italiana y su primera colección Haute Couture. Pero el as bajo la manga no esperó al final de la pasarela: el show de Fendi abrió con la aparición estelar de la actriz Demi Moore como musa al frente de la colección. Acompañada por las modelos más famosas del mundo, su debut como modelo de alta costura le dio la vuelta al mundo. Ahora, ha compartido su experiencia sobre la pasarela de la Semana de la Moda en el programa No Filter with Naomi, en una animada charla con la modelo internacional Naomi Campbell, con quien compartió el reflector. https://www.youtube.com/watch?time_continue=2&v=dm6PLvsPWls&feature=emb_title “No me di cuenta hasta que terminé de desfilar que acaba de cumplir una fantasía adolescente”, confesó Demi Moore sobre su participación en la colección de Fendi. La actriz de 58 años abrió la pasarela con el expertise de una top model, luciendo unos pantalones anchos y blusa peplum que destacó sus hombros. “Tuve que pararme a pensar antes de asimilar que acaba de pisar una pasarela acompañada de las modelos más importantes de la historia”. Y aunque la belleza de Demi Moore nunca ha pasado desapercibida, nunca antes la habíamos visto modelando los increíbles diseños de algún diseñador sobre la pasarela. La colección Haute Couture de Kim Jones fusion dos mundos: el de la literatura con el círculo de Bloomsbury, intrínsecamente ligados y ahora retratados en la mod
PA&feature=emb_title “Me pareció algo muy especial porque no sentí que todo estaba centrado en enseñar unas prendas de ropa, sino en contar una historia completa. Me resultó mágico y conmovedor. Algo memorable”, explicó a Naomi. El show fue uno de los destacados en la Semana de la Moda por sus diseños fantásticos y un setting irreal, donde pasillos laberínticos de cristal y espejo se convirtieron en las páginas de los libros que contaban la historia de la colección. Al igual que otros eventos alrededor del mundo, la Semana de la Moda en París tuvo que mudarse a un formato digital por la pandemia.
“Aunque no había público presente, yo sentí que la gente estaba ahí. No sentí ninguna diferencia respecto a otros desfiles en los que he trabajado”, aportó Naomi. “Creo que también ayudó mucho cómo estaba montada la escenografía de la pasarela, con cada una de nosotras teniendo nuestras propias cajas transparentes. Ese laberinto de cristal no nos habrían dejado ver al público de todas formas”.