El verano 2025 trae consigo una reinterpretación refinada de los flequillos, convirtiéndolos en protagonistas absolutos de los peinados más deseados. Lejos de ser un simple accesorio capilar, el flequillo se transforma esta temporada en un gesto de estilo: sutil, expresivo y con carácter. Desde las pasarelas hasta los rostros de celebridades como Jennifer Lawrence o Zendaya, las variantes más favorecedoras del flequillo se consolidan como un elemento clave de sofisticación contemporánea.
Entre los estilos que más se imponen está el flequillo tipo Bardot, también conocido como curtain bangs. Su caída suave y ligeramente abierta al centro enmarca el rostro con una feminidad natural y atemporal. Inspirado en iconos del cine francés de los años sesenta, regresa con un aire ligero, ideal para climas cálidos y para quienes buscan frescura sin renunciar al encanto.
Otro favorito que se renueva con fuerza es el shaggy fringe. Esta versión, más desenfadada, va de la mano con cortes en capas estilo shag, permitiendo un movimiento libre y una textura deliberadamente imperfecta. Favorece especialmente a quienes tienen el cabello con ondas naturales o rizado, y aporta un equilibrio entre espontaneidad y definición, propio de la mujer moderna que busca autenticidad con estilo.
También se posiciona con elegancia el flequillo tipo pageboy, asociado a cortes bob compactos con líneas redondeadas y pulidas. Este look, que evoca la modernidad retro de los años setenta, resurge con acabados más suaves, aportando una estructura impecable sin rigidez. Es perfecto para rostros ovalados y estilos más geométricos.
Para quienes desean un cambio sutil y fácil de mantener, el baby bang se ofrece como una opción audaz pero sofisticada. De longitud muy corta, por encima de las cejas, requiere precisión y actitud. Ha sido visto en editoriales de alta moda y red carpets, y funciona especialmente bien en rostros angulosos o con líneas marcadas, ofreciendo contraste y definición.
En paralelo, los wispy bangs —flequillos finos y livianos— ganan popularidad por su delicadeza. Se integran con suavidad al resto del cabello y son ideales para quienes desean un look romántico, de bajo mantenimiento y adaptable a recogidos o melenas sueltas.
Este verano, el flequillo deja de ser un simple capricho estético para convertirse en una declaración de estilo. La clave está en elegir una versión que armonice con la textura del cabello, las proporciones del rostro y, por supuesto, la personalidad. Porque el lujo verdadero no está en seguir la tendencia, sino en apropiársela con inteligencia y autenticidad.