En el estreno de la serie All’s Fair en Los Ángeles, Kim Kardashian se robó la atención sin necesidad de exagerar, pero siempre fiel a su estilo. Durante la alfombra roja, tradicionalmente dominada por tonos neutros y siluetas clásicas, la empresaria apostó por una estética radical y precisa, sus uñas largas, negras y afiladas fueron el detalle que transformó su look en un gesto de poder y sofisticación absoluta y tienen todo qué ver con Halloween.
El conjunto, un vestido Schiaparelli de estructura arquitectónica y transparencias estratégicas, parecía esculpido sobre la piel y es que Kim Kardashian nos tiene acostumbradas a su icónico reloj de arena. Pero fueron las uñas —perfectamente delineadas, de un negro profundo y con acabado espejo— las que convirtieron el atuendo en una declaración estética. En plena antesala de Halloween, Kim volvió a marcar tendencia con su particular interpretación del dark feminine, la corriente que celebra la fuerza, el misterio y la elegancia de lo oscuro.
El drama controlado según Kim Kardashian
Lejos de los adornos o las temáticas literales, las uñas de Kim Kardashian encarnan la idea de drama controlado: un look poderoso, pero equilibrado. La forma almendrada estiliza la mano y aporta longitud sin agresividad; el negro, profundo y pulido, proyecta autoridad y sensualidad con discreción. Este tipo de manicura ha dejado de ser un guiño gótico para convertirse en un símbolo de independencia estética ya que transmite seguridad, pero también se sube a la tendencia terrorífica del mes.
El lenguaje del negro
El color negro —tan clásico como provocador— ha vuelto a ocupar su lugar en la belleza otoñal. No como un gesto de rebeldía, pero sí como una respuesta a las tendencias pulcras y excesivamente limpias. En 2025, el negro se convierte en un matiz emocional que comunica introspección, sofisticación y poder.
Las uñas negras, en ese sentido, son el accesorio perfecto para un look de lujo ya que equilibran la feminidad del vestido Schiaparelli con la solidez de una mujer que habita su estilo sin pedir permiso y es que esa es la esencia de Kim Kardashian, la mujer que propone tangas con vello falso y logra agotarlas en menos de 24 horas.
Las uñas de bruja moderna combinadas con su maquillaje glowy —rubor frío, labios vinilo y piel luminosa— y su recogido alto con ondas esculpidas se vuelven el centro de un discurso visual donde el misticismo se manifiesta desde el detalle.