El animal print nunca abandona del todo la escena, pero esta vez hay un protagonista indiscutible: el estampado serpiente. Las pasarelas de París y Nueva York lo confirmaron como uno de los prints más potentes del momento, con un giro sofisticado que se aleja de lo obvio y lo posiciona en clave lujo.
El nuevo lenguaje del animal print
Si bien el leopardo y la cebra han tenido ciclos de popularidad constantes, el snake print se impone con un magnetismo particular. Expertas de estilo en París lo han definido como el patrón que mejor refleja la mezcla entre elegancia y riesgo, gracias a su textura visual y su versatilidad. En Nueva York, editoras y estilistas lo reivindican como la alternativa audaz para quienes buscan un aire poderoso sin caer en la exageración.
Lo interesante es que esta tendencia ya no se limita a los accesorios o pequeños detalles. La serpiente ahora invade abrigos, vestidos, pantalones de corte impecable y hasta botas de caña alta que se convierten en pieza de statement.
Cómo llevarlo según las insiders
El print serpiente encuentra su mejor versión cuando se presenta en tonos sobrios —grises, arenas, marrones profundos— que evocan naturalidad, pero con un acabado pulido. Las expertas sugieren incorporarlo en piezas clave, un trench, un pantalón recto o una falda lápiz. En contraste, quienes se atreven a un look más maximalista lo combinan con pieles metalizadas o con accesorios en tonos neón para crear un choque inesperado.
En París se ha visto acompañado de prendas de sastrería fluida, lo que le otorga una lectura moderna, mientras que en Nueva York las insiders lo mezclan con básicos de estética urbana, con camisetas blancas, denim oversize y sneakers de lujo.
Más allá de la tendencia
El auge del snake print responde a un momento cultural donde la moda abraza la fuerza, la resiliencia y un imaginario salvaje que conecta con la sensualidad. A diferencia de otros prints animales, el serpiente no busca lo exótico sino lo magnético, ya que es un estampado que transmite poder y sutileza al mismo tiempo.
Adoptarlo esta temporada no es solo seguir una moda, es entrar en un código visual que respira sofisticación y rebeldía contenida. Quienes lo llevan entienden que la elegancia no está reñida con lo arriesgado, y que a veces basta con un patrón sinuoso para redefinir la silueta y el estado de ánimo.