Dentro de las rutinas de entrenamiento más populares entre quienes desean estilizar su figura o acelerar la pérdida de grasa, caminar en caminadora con inclinación ha ganado un lugar privilegiado. Influencers fitness, modelos y celebridades del mundo de la moda lo promueven como el secreto para tonificar piernas, glúteos y cintura sin necesidad de correr. Pero ¿realmente inclinar la caminadora es tan efectivo como aseguran?
La respuesta corta es sí, pero con matices. Aumentar la inclinación de la caminadora puede incrementar significativamente la intensidad del ejercicio, lo que se traduce en un mayor gasto energético y, en consecuencia, en un estímulo más potente para quemar grasa. Sin embargo, como todo en el universo del wellness, los resultados dependen de múltiples factores.
¿Por qué se quema más grasa con inclinación?
Caminar o trotar en pendiente implica un esfuerzo adicional del tren inferior, especialmente de los glúteos, cuádriceps y pantorrillas. Según un estudio publicado por la Harvard Medical School, una persona de 70 kilos puede quemar aproximadamente 223 calorías caminando a 5.6 km/h durante 30 minutos en una superficie plana. Pero si se aumenta la inclinación a un 10%, el gasto calórico puede incrementarse hasta un 50%.
Esto sucede porque el cuerpo necesita más oxígeno y energía para trabajar contra la gravedad, lo que no solo favorece la quema de calorías, sino que activa más grupos musculares, promoviendo una mayor tonificación.
No es solo cuestión de inclinación: el rol del ritmo cardíaco
Un error común es pensar que simplemente subir la inclinación es suficiente. Para realmente estimular la pérdida de grasa, es importante mantenerse en la llamada zona de quema de grasa, que se encuentra entre el 60% y 70% de tu frecuencia cardíaca máxima. Si se excede ese rango y se entra en una zona anaeróbica (como al correr en pendiente), el cuerpo comienza a usar más carbohidratos que grasa como fuente de energía.
Por eso, muchas entrenadoras de celebridades —como Megan Roup o Melissa Wood-Tepperberg— recomiendan caminar en caminadora con inclinación moderada (entre 6% y 12%) a paso constante, durante al menos 30 minutos, cinco veces por semana.
¿Quiénes usan esta técnica?
Modelos como Elsa Hosk y Romee Strijd han compartido en entrevistas y redes sociales que prefieren caminar con inclinación en lugar de correr, pues es menos agresivo para las articulaciones y más efectivo para esculpir el cuerpo. Además, esta técnica se ha vuelto clave en el método 12-5-30, popularizado por Lauren Giraldo en TikTok: caminar durante 30 minutos a velocidad de 5 km/h con inclinación del 12%. El reto ha sido viral precisamente porque ofrece resultados visibles en poco tiempo.
¿Es para todo el mundo?
No necesariamente. Personas con problemas de rodilla, cadera o espalda deben consultar a un fisioterapeuta o entrenador certificado antes de adoptar esta práctica. Además, es importante no abusar de la inclinación: caminar con demasiada pendiente puede generar una mala postura y aumentar el riesgo de lesiones.
Subir la inclinación sí es un método eficaz para esculpir tu cuerpo
La inclinación en la caminadora no es un truco vacío: está respaldada por estudios y por la experiencia de muchas figuras del fitness. Sin embargo, no es una fórmula mágica. Debe formar parte de una rutina balanceada que incluya buena alimentación, descanso y fuerza muscular. En el mundo de la belleza y la moda, donde el bienestar físico se traduce en seguridad personal y estilo, caminar con inclinación se convierte más que en una tendencia: en una herramienta útil, accesible y efectiva.