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El creador de Facebook y su esposa, Priscilla Chan, asistieron a la cárcel de San Quentin, la más antigua, en California, con un gran proyecto. El objetivo del reconocido Mark Zuckerberg es enseñarle a los convictos a programar y así formarlos para que puedan contribuir a la comunidad, además, de poder encontrar empleo al finalizar su condena.
Fotografía: Twitter
Después de sus diversas actividades filantrópicas, el ingenioso Zuckerberg, está realmente entregado y dispuesto a sacar adelante el proyecto pues, según un medio reconocido, dice que la sociedad paga las consecuencias de un sistema roto e injusto y ya no se debe seguir con esto. De hecho, en su muro de Facebook, compartió solidariamente las siguientes palabras:
“Quiero aprender más sobre este tema, pero ya hay algunas cosas que tengo claras. No podemos encarcelar y ya, esto no funciona”.