La industria del denim se reinventa esta temporada y las marcas lanzan modelos tan llamativos como extraños. ¿Los preferidos de las famosas por ahora? Los de Y/Project.
Las normas a la hora de llevar vaqueros han cambiado. Y no, no hablamos de las tendencias en cuanto al corte pitillo o acampanado, el tiro alto o la estética boyfriend. El diseño en sí del pantalón denim está incorporando una serie elementos hasta ahora desconocidos. Y, como prueba, el último hit entre Kendall Jenner, Gigi Hadid y el resto del squad: los vaqueros decontruidos de Y/Project.
¿El secreto del pantalón? Deconstruirlo y hacerlo desmontable, consiguiendo tres piezas en una. Algo que a priori podría parecer una excentricidad propia del espectáculo en un desfile y que, sin embargo, está enloqueciendo a las élitres de la moda callejera. Bien pensado, podemos aprovechar su versatilidad, ya que son desmontables y se pueden llevar en su versión más corta.
Pero no es el primer ejemplo que vemos. Hace unas semanas, Kendall Jenner publicaba en Instagram una imagen en la que vestía unos shorts ajustados a la piel con unas maxibotas hasta el muslo, creando un efecto muy similar. En este caso, el estilismo lo firmaba Demna Gvasalia, quien ya sacó a la pasarela esta tendencia que poco a tardado en saltar a las calles.
Y, como colofón de esta nueva oleada de pantalones, otra prenda viral que también firmaba Vetements, en una colección para Levi’s: los vaqueros con cremallera trasera. Estos fueron probablemente los más polémicos de la temporada, que recibieron tantas críticas como elogios y no solo por el diseño en sí, sino por las imágenes publicadas en la cuenta oficial de la firma en Instagram.
Por supuesto, estas creaciones tienen también su hueco en el mercado low cost. Y quien lidera este terreno es Topshop, que ha lanzado diferentes modelos como el de las rodilleras plastificadas, que se hizo viral en cuestión de horas.
En definitiva, la forma de llevar pantalones denim ha cambiado completamente, y los motivos de esta transformación no son solo estilísticos. El éxito de una prenda no solo depende de su diseño, sino de quién la lleve y, sobre todo, de su capacidad para convertirse en un contenido viral.