Hay algo terapéutico en tomar las tijeras y decidir un cambio inmediato. El fleco —ese pequeño gesto capaz de transformar por completo el rostro— puede ser tu mejor aliado si sabes cómo hacerlo. Pero cortarlo tú sola requiere más estrategia que impulso. Antes de empezar, respira, prepara tu espacio y sigue estos pasos para lograr un resultado pulido, sin dramas frente al espejo.
Empieza con el cabello seco y natural
El error más común es cortar el fleco con el cabello húmedo. Cuando se seca, el largo cambia y el resultado suele ser más corto de lo esperado. Lo ideal es hacerlo con el pelo limpio, seco y peinado en su forma natural, para tener una lectura real de cómo caerá el fleco sobre tu frente.
Delimita la sección correctamente
Toma una sección triangular desde el centro de la cabeza hasta el arco de las cejas. No te excedas, menos siempre es más. Si tomas demasiado cabello, el fleco se verá denso y pesado. Lo importante es mantener la proporción con el resto de tu melena.
Corta en diagonal, nunca recto
Las líneas rectas pueden endurecer las facciones. Para un efecto suave y natural, corta de forma diagonal y en pequeños movimientos, nunca de un solo tijeretazo. Usa unas tijeras de precisión o de peluquería, no las de cocina ni las de manualidades.
Ajusta poco a poco
Después del primer corte, deja que el cabello se asiente, sacúdelo y observa. Si aún lo sientes largo, corta de nuevo con prudencia. Un buen fleco siempre se construye en capas, no en un solo intento.
Péinalo y estilízalo con intención
Usa un cepillo redondo o plancha para definirlo y darle forma. Un poco de suero o crema de peinado ayudará a controlar el frizz y a mantenerlo con brillo.
Cortarte el fleco tú sola no tiene por qué terminar en desastre. Con paciencia, buena luz y técnica, ese cambio que imaginabas puede volverse tu mejor look de la temporada.