El bob invertido —corto en la nuca y más largo hacia el frente— se ha ganado un lugar permanente en el radar de estilistas y amantes del cabello. Es versátil, elegante y fácil de mantener, pero su verdadero potencial aparece cuando se ajusta a la forma y proporciones de cada rostro. Un corte personalizado no solo sigue la tendencia, sino que logra realzar rasgos y suavizar ángulos con precisión.
Hoy en Harper’s Bazaar hemos preparado para ti una guía completa para potencializar los resultados si decides llevar un corte bob invertido esta temporada, según la forma de tu rostro.
Rostro ovalado: libertad para experimentar
El rostro ovalado es el más adaptable, lo que permite jugar con ángulos y longitudes. Un bob invertido recto y pulido que caiga a la altura de la mandíbula resalta la simetría natural, mientras que unas capas largas y ligeras en el frente añaden movimiento sin romper la estructura.
Rostro redondo: el efecto de alargamiento
Para estilizar, el largo ideal es aquel que roza las clavículas. Un ángulo frontal más marcado crea líneas verticales que afinan el contorno. Evita volúmenes excesivos en las mejillas; opta por un acabado liso o con ondas muy suaves a partir de la altura de la boca.
Rostro cuadrado: suavizar con textura
Si la mandíbula es prominente, las ondas sueltas y un largo ligeramente por debajo de la barbilla aportan equilibrio. Un flequillo largo, peinado hacia un lado, rompe la linealidad y añade dinamismo. El objetivo: suavizar los ángulos sin perder definición.
Rostro alargado: equilibrio y volumen lateral
En este caso, conviene un bob de longitud media y ángulo moderado. El volumen en los laterales, conseguido con ondas amplias o capas internas, aporta amplitud visual. Un flequillo recto y denso puede acortar ópticamente el rostro, siempre integrado con fluidez en el corte.
Rostro corazón: armonía en la base
Para compensar un mentón más estrecho, se recomiendan capas suaves a la altura de la mandíbula y ondas ligeras que den volumen en la parte inferior. Un flequillo tipo cortina suaviza la frente amplia y crea un marco natural para el rostro.
La textura es el factor que define el acabado final del bob invertido
Más allá de la forma del rostro, el tipo de cabello determina cómo lucirá el bob invertido:
- Cabello liso: ideal para cortes definidos y ángulos precisos.
- Cabello ondulado: aporta volumen y naturalidad, con un acabado más desenfadado.
- Cabello rizado: requiere capas internas para reducir peso y mantener la forma.
Un estilista experto ajustará el corte al patrón natural de tu melena para que sea fácil de peinar y mantenga su estructura día tras día.
El bob invertido no es solo una tendencia; es una herramienta de estilo adaptable que, bien trabajada, potencia la personalidad de quien lo lleva. Personalizarlo es clave: cada ángulo, largo y textura debe pensarse en función de tu rostro y tu estilo de vida. En otras palabras, el corte se adapta a ti, no al revés.