Las uñas nude se han convertido en el nuevo lenguaje silencioso de la elegancia, y esta Navidad 2025 confirman su reinado con interpretaciones que van más allá del minimalismo clásico. No se trata solo de un color neutro, es una estética que respira limpieza, luz y un refinamiento que funciona tanto con un vestido satinado como con un look de invierno perfectamente estructurado.
El auge del nude en temporada festiva responde a un deseo claro, el de vernos sofisticadas sin competir con el brillo de la ropa, el maquillaje o los accesorios. En un momento donde las celebraciones exigen presencia —no estridencia—, estos tonos se vuelven el punto de equilibrio que realza todo lo demás.
La paleta se expande este año hacia matices más complejos como beiges cálidos que imitan el tono de la piel, rosas empolvados con un toque frío, camel delicado para dar profundidad, e incluso nude con destellos suaves que atrapan la luz de forma sutil. Es una tendencia que celebra la quietud del invierno, la suavidad de los gestos y la naturalidad perfectamente cuidada.
En Navidad 2025, el nude deja de ser básico y se convierte en un statement silencioso. Un manicure que no necesita competir para brillar —solo pulir, armonizar y elevar— mientras encaja con cualquier plan, desde la cena formal hasta las reuniones íntimas.
Aquí van algunas ideas para llevarlo esta temporada: