Bye, bye sticks, duck face y más...
Cada día crece más la lista de museos en la que no se permiten los selfie sticks dentro. La batalla para que fueran prohibidos se dio por los verdaderos fanáticos del arte quienes, cansados de los turistas que iban de obra en obra tomándose fotos haciendo caras y gestos particulares, pidieron que no se permitieran dentro de estos recintos.
El primer museo en Europa que adoptó la norma es la Galería de los Ufizzi de Florencia. A este le siguió el museo del Prado en España y los los museos Hermitage y Stedelijk en Ámsterdam.