Kris Jenner no solo es la matriarca del clan Kardashian-Jenner; también se ha convertido en una figura influyente del estilo maduro contemporáneo. A sus 69 años, ha sorprendido a sus seguidoras con un glow up que no necesita filtros ni ediciones: su más reciente transformación visualiza el poder del corte correcto y el maquillaje preciso como aliados del rejuvenecimiento sin artificios. Su aparición con un nuevo bob corto con puntas flipped y un beauty look pulido la posiciona como inspiración directa para mujeres mayores de 50 que buscan una estética fresca, sofisticada y con carácter.
El punto focal de su cambio es, sin duda, el corte de cabello. Se trata de un bob estructurado, ligeramente por debajo de las orejas, con volumen contenido y un acabado brillante que recuerda al legendario glass hair. Sin embargo, el detalle que transforma este estilo clásico en algo digno de portada es el peinado con puntas hacia afuera, una clara referencia a los años 60 que evoca a íconos como Mary Tyler Moore o Jackie Kennedy, actualizada con elegancia contemporánea. A esto se suma un mechón en espiral perfectamente formado sobre la frente, reminiscente del pin curl vintage que estilistas de celebridades están reinterpretando hoy como un guiño chic a la nostalgia.
Este peinado no es solo una declaración de moda, sino una elección inteligente: las líneas rectas del bob y las puntas abiertas iluminan el rostro, mientras que la forma redondeada suaviza las facciones. Funciona tanto en cabellos lacios como ligeramente ondulados, y es especialmente favorecedor para mujeres maduras que buscan cortes que aporten vitalidad sin exigir mantenimiento excesivo.
Complementando el estilismo capilar, el maquillaje de Kris Jenner eleva aún más el efecto glow up. La piel luce jugosa y luminosa, con una base de cobertura media aplicada con precisión para mantener la textura natural. En lugar de un contour agresivo, se observa una iluminación estratégica en zonas clave: pómulos, nariz y arco de cupido. Las cejas, suavemente arqueadas y definidas, enmarcan una mirada potenciada por un delineado felino discreto y sombras neutras que suman profundidad sin sobrecargar.
El toque final lo da un labial nude con subtono rosado y acabado brillante, tendencia que ha desplazado los labiales mate en las preferencias actuales de belleza. Este tipo de labial no solo aporta volumen, sino que refuerza el efecto glow sin perder la sofisticación.
El resultado es una imagen que combina referencias del pasado con la sensibilidad estética del presente: nada de exceso, todo precisión. Kris Jenner demuestra que el glam no tiene fecha de caducidad y que un cambio de imagen bien ejecutado puede convertirse en símbolo de evolución, no de transformación radical.
Su glow up no es accidental, sino el reflejo de una mujer que entiende la moda y la belleza como una extensión de su narrativa personal. Y esta narrativa, lejos de aspirar a la juventud eterna, apuesta por la renovación con estilo propio. Una lección de elegancia para quienes buscan inspiración real y sofisticada a cualquier edad.