En 2025, los anillos dejan de ser un simple detalle para convertirse en un manifiesto maximalista de estilo. La regla es clara: cuanto más grandes y más visibles, mejor. Este año, las manos se transforman en vitrinas de personalidad, donde el exceso no solo está permitido, sino celebrado. ¿Llegó la hora de decirle adiós al lujo silencioso y al minimalismo? Parece que sí.
Maxi anillos: el statement absoluto
Los anillos en formato XL marcan la pauta a partir de ahora. Piezas de gran tamaño con piedras de colores, relieves escultóricos o formas inesperadas serán las protagonistas. No importa si se trata de un diseño vintage heredado o de una creación contemporánea; lo relevante es que tenga presencia y se convierta en el foco inmediato de la mano.
Más es más esta temporada
Si antes existía cierta discreción al combinar varias piezas, ahora la tendencia invita a acumular. Se llevan varios anillos en una sola mano, incluso ocupando casi todos los dedos. El stacking ya no es minimalista, es maximalista. La armonía surge del contraste, no de la sobriedad y ahora es regla romper las reglas.
El nuevo mix, oro y plata en sintonía
Durante décadas, mezclar metales parecía un error estilístico. En 2025, esa norma queda en el pasado. Oro y plata conviven en un mismo look y se complementan con naturalidad. El brillo cálido del dorado dialoga con la frialdad de la plata, creando una estética contemporánea que rompe con las jerarquías tradicionales de la joyería.
Del lujo clásico al toque irreverente
Marcas de alta joyería y diseñadores independientes coinciden en la misma dirección: proponer piezas que desafían la idea de lo correcto. Lo que antes se consideraba excesivo, ahora es sofisticado y aspiracional en todas las manos. Un anillo en forma de flor XXL, un sello masculino reinterpretado en clave femenina o un cúmulo de piedras de distintos cortes cuentan historias y pasan a ser más allá de un simple accesorio.
Cómo llevarlos con estilo
La clave está en pensar en los anillos como un lenguaje visual. Un look neutro puede elevarse con una mano llena de joyas, mientras que un outfit ya cargado de texturas encuentra en ellos un guiño de rebeldía. No se trata de seguir reglas estrictas, sino de atreverse a crear un universo propio en cada combinación, precisamente rompiendo el orden establecido y llevándolo a otro nivel de exuberancia que no ofrece de ningún modo el minimalismo. Eso sí, cuida que tu manicure haga equilibrio y prefiere los diseños discretos.
En definitiva, los anillos en 2025 no solo adornan, sino que construyen identidad. Desde piezas de herencia hasta creaciones futuristas, el manual dicta una sola pauta: abrazar el exceso con confianza.