La compañía californiana te abre las puertas de un mundo lleno de experiencias.
Juntos formamos un buen equipo’, sentencia Giulio haciendo referencia a la relación que mantiene con su querida e inseparable perra Edda desde hace 7 años. Este Truffle Hunter (cazador de trufas) junto con su perrita trufera son los encargados de buscar entre los bosques de la localidad florentina de Bagno a Ripoli (ubicada a 9 km de la capital de la Toscana) uno de los productos más preciados de la zona, las trufas. Vocación o no, Giulio comenzó a interesarse por ellas desde pequeño cuando salía con su abuelo en busca de este delicioso manjar en Torino, ciudad en la que nació.
Años después, el destino y el amor quisieron que acabara instalándose en Florencia abriendo un B&B que solo disponía de tres habitaciones. “Pero como yo soy una persona muy activa, no podía estar todos los días solo cuidando el hostal y como una de mis pasiones es la gastronomía y enología, decidí ofrecer un paquete de experiencias culinarias en torno a los productos toscanos y al vino en la colina de Florencia” recuerda Giulio.
Tras diez años de éxito decidió dar un cambio en su vida y lo hizo por la puerta grande. Cerró el B&B y en el año 2010, tras un año de formación, obtuvo la licencia de cercatori de tartufi (buscador de trufas) y decidió abrir la Casa di Tartufi (casa de las trufas) organizando experiencias con este producto tan preciado de la gastronomía italiana. Además fue entonces cuando encontró a su actual compañera Edda, que aprendió con éxito y profesionalidad la difícil tarea que se le encomendaba.
Desde entonces se han convertido en todo referente en la zona y turistas de todas partes del mundo no han dejado pasar la oportunidad de descubrir de la mano de un experto, el tradicional arte de la trufa. Sin duda un precedente que no pasó desapercibido para los responsables de Aibnb en Italia y en verano de 2016 se pusieron en contacto con Giulio para iniciar esta colaboración donde todos los viernes y sábados de la semana, por 180 euros y con un grupo de máximo 10 personas pueden vivir esta experiencia que tanto éxito está cosechando. Constituida en tres partes: la primera consiste en una conversación de no más de dos horas donde el cazador de trufas explica a los presentes los conocimientos básicos de este alimento; la segunda parte versa en la excursión al bosque con Edda para rastrear y coger el producto; y por último, la comida en torno a mediodía donde se procede a la degustación de las mismas junto a otros deliciosos platos. Sin duda merece la pena descubrirla y disfrutarla.
Pero el truffel hunter no es la única actividad que se puede experimentar de la mano de Airbnb en Florencia, aunque sí la más solicitada. Más de una treintena de anfitriones se han querido unir a la causa y en la capital de la Toscana, el arte, la gastronomía, la cultura, el deporte y la moda están más vivos que nunca. ‘Un sabor de la Toscana’ en el restaurante La leggenda dei Frati ubicado en Villa Bardini y ganador de una Estrella Michelín el pasado noviembre ofrece toda una experiencia gastronómica de la mano del chef Filippo Saporito, con visita incluida a la exhibición del aclamado diseñador italiano Roberto Capucci situada en el mismo edificio. Además la increíble panorámica de Florencia que se presencia desde la terraza de esta hacienda del S.XV es indescriptible, capaz incluso de producir Síndrome de Stendhal a los más aprensivos. Hacer sombreros, pintar acuarelas, cocinar pizza tradicional, crear perfumes, preparar escayolas o montar en globo por la Toscana son algunas de las tantas experiencias que Airbnb te ofrece.
Florencia es una de las ciudades pioneras en ofrecer este tipo de actividades desde noviembre del año pasado y por el momento está cosechando grandes éxitos. Los Ángeles, Londres, Tokio o París también han sido algunas de las 12 capitales seleccionadas para lanzar esta iniciativa de la compañía californiana que lleva desde 2008 ofreciendo una de las mejores alternativas al alojamiento convencional. En marzo de 2017 llegaron a Roma y Barcelona, y muy pronto harán lo mismo en Madrid. Ahora han querido ir un pasó más allá, revolucionando (una vez más) la industria turística apostando por esta iniciativa.
Pero no se han detenido en crear estas vivencias, sino que ellas se encuentran dentro de un proyecto global que consiste en diferenciar a la empresa de un simple alquiler de casas o apartamentos. Desean crear una propia experiencia de marca, que el turismo se humanice y vuelva a tener magia. Por el momento no van por el mal camino. Aparte de las ya mencionadas experiencias, Airbnb ha vuelto a ser noticia esta primavera cuando a finales de marzo de 2017 anunció un hecho histórico y pionero en la materia. La compañía en colaboración con el Ayuntamiento de Civita di Bagnoregio (Italia) ha ayudado a reformar una antigua casa de la localidad convirtiéndose así en el primer Airbnb público de todo el mundo con la intención de “revitalizar el patrimonio artístico de la aldea buscando el turismo de calidad”, tal y como reconoce Matteo Stifanell el Country Managerde Airbnb en Italia.
El edificio en cuestión sobre el que versa este proyecto es la denominada Casa Greco, rebautizada como The Artist House (La Casa del Artista) que en 1980 quedó parcialmente destruida a causa de un gran terremoto acontecido en la región, quedando la casa en un estado de abandono, hasta ahora. El artista Francesco Simeti, de origen italiano pero residente en la actualidad en Nueva York fue el encargado de llevar a cabo la reforma y decoración del lugar que abrirá las puertas a sus huéspedes a partir del 1 de mayo (ya se pueden realizar las reservas a través de airbnb.com). El dinero que recauden a través del alquiler de la Casa del Artista irá íntegramente dirigido a proyectos que fomenten el crecimiento cultural del
lugar.
Civita di Bagnoregio también conocida como il paese che muore (la ciudad que muere), es una localidad de la provincia de Viterbo (región del Lacio) por la que los turistas han de pagar 1,50 euros para entrar que cuenta con tan solo 10 habitantes, 12 casas de alquiler Airbnb y un clima tan impredecible que no sabes muy bien cuándo va a salir el sol o ponerse a llover a cántaros.
“Es uno de los sitios más curiosos y especiales en los que he estado. De una belleza única, situado en la cima de una gran piedra y no habrás visto nada igual antes”, afirma Sara Zoppi, responsable de comunicación de Airbnb en¡ Italia. Y no se equivoca. Desde el puente que hay que cruzar para llegar hasta la ciudad ya se atisba la magia y la inmensidad que desprende el lugar. Aparte de la Casa del Artista también se puede encontrar alojamientos excepcionales donde pasar unas relajadas vacaciones como es el caso de Corte della Maestà donde Cristiana, su anfitriona, te hará sentir como en casa pero rodeado de lujo y arte.
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