Cambia la fórmula de todos los años y probablemente la pases mucho mejor
C
omo cualquier soltera veinteañera, la noche de Año Nuevo, puede ser la peor de todo el año ya que todo se convierte en pretender que no habrá errores el siguiente año.
Lo más incómodo de la noche es sin duda ese momento cuando dan las 12 y tienes que fingir cara de alegría mientras todas las felices parejas se abrazan, besan y dan buenos deseos. O quizá lo peor sea que cuando pasa este día a todos se nos acaban nuestras vacaciones de diciembre.
Algunas personas sugieren simplemente quedarse en casa, viendo televisión y los festejos alrededor del mundo, tomando chocolate caliente, pero entonces lo único peor que soportar tantas horas de tacones y champaña barata en copas de plástico, es la cara de nuestros amigos cuando mencionamos que no saldremos a ningún lado.
En vez de hacer propósitos para el 2016, que sabemos que romperemos en febrero; estos te serán más útiles para esa fiesta de Año Nuevo. Intenta no decirte estas mentiras y cambia la fórmula a lo que siempre haces.
Usar vestido elegante y tacones.
Todas las tiendas, nos incitan a querer usar ese vestido de lentejuelas y enormes tacones en la fecha de año nuevo; probablemente hayas ganado un poco de peso durante las fiestas así que parecer una bola disco no es la mejor opción, ponte algo que te haga sentir cómoda y segura.
Ir a la fiesta que tus amigos casados te invitaron.
Parece que será seguro y habrá buena comida, pero probablemente todas las parejas que asistan usen esa oportunidad para emborracharse por primera vez en meses. Ir sería acabar con el primo raro o soportando pláticas de niñeras y kinders.
Planear no beber lo suficiente para sufrir la cruda del día siguiente.
Todos los años tenemos como objetivo controlar la cantidad de alcohol que bebemos con el propósito de estar en una situación decente al día siguiente, pero es imposible cumplirla cuando esta tu mejor amiga junto con cara de ‘por favor, uno y ya’, dándote un shot de tequila. Este año no hagas planes temprano para el primero de enero.
Prometerte no gastar dinero.
Muchos de nuestros gastos cuando salimos de fiesta son a través de nuestros teléfonos. Uber es el más claro ejemplo. Hay que pensar en las ventajas que tiene hacer el gasto necesario para llegar en un medio de transporte seguro y con una persona sobria conduciendo.
Creer que encontrarás a alguien guapísimo al que le podrás dar un beso justo a las 12.
Es momento de reconocer que las probabilidades de que esto suceda son muy pocas; así que mejor ve a la fiesta con la intención de pasártela bien y no crees expectativas que te van a decepcionar.
