Los poros abiertos no son un defecto, sino una característica natural de la piel, especialmente en zonas como la nariz, mejillas y frente. Sin embargo, su apariencia puede acentuarse por factores como la genética, el exceso de sebo, la exposición solar o la higiene deficiente. Si bien no se pueden eliminar por completo, existen estrategias dermatológicamente respaldadas para afinarlos y lograr un cutis más uniforme.
Los poros abiertos no se eliminan, se reducen con disciplina, los productos adecuados y, cuando sea necesario, la orientación de un dermatólogo, tu piel puede recuperar una apariencia más lisa, luminosa y saludable.
Con estos tips podrás mejorar la salud y la apariencia de tu piel, recuerda que en Harper’s Bazaar no promovemos la automedicación y siempre sugerimos acudir con profesionales de la salud en caso de ser necesario.
Limpieza inteligente, no agresiva
Una rutina de limpieza efectiva es el primer paso para mantener los poros bajo control. El dermatólogo Dr. Iván Rolando Pérez, miembro de la Fundación Mexicana para la Dermatología, advierte que una limpieza excesiva o con productos abrasivos puede irritar la piel y hacer que los poros se vean aún más dilatados.
Opta por limpiadores suaves, con pH equilibrado, que eliminen impurezas sin eliminar los lípidos esenciales. Ingredientes como el ácido salicílico ayudan a desobstruir los poros y prevenir la acumulación de grasa.
Exfoliación: aliada si se usa con moderación
Una exfoliación química semanal con ácidos como el glicólico o láctico ayuda a eliminar células muertas que obstruyen los poros. Evita exfoliantes físicos, que pueden provocar microlesiones. La clave está en la constancia, no en la intensidad.
Vitamina A y sus derivados: retinol y tretinoína
El retinol, en bajas concentraciones, favorece la renovación celular y disminuye visiblemente el tamaño de los poros con el uso prolongado. Puede provocar irritación en pieles sensibles, por lo que se recomienda comenzar con dosis bajas y siempre bajo supervisión dermatológica.
Hidratación: imprescindible incluso en piel grasa
Una piel bien hidratada mantiene su elasticidad y equilibra la producción de sebo. Las fórmulas ligeras con ácido hialurónico o niacinamida son ideales para pieles mixtas o grasas. La niacinamida, en particular, ha demostrado reducir el tamaño de los poros y calmar la inflamación.
Fotoprotección diaria: el paso que no se negocia
El sol, más allá del bronceado, engrosa la piel y dilata los poros con el tiempo. Usa protector solar con SPF 50 todos los días, incluso si estás en interiores. Los protectores con acabado mate también pueden ayudar a reducir visualmente los poros durante el día.