La necesidad constante de comer carbohidratos, de sentir una adicción hacia ellos o sentir que, sin ellos, “algo te falta” ¡es mucho más común de lo que te imaginas! Sin embargo, el exceso de estos alimentos puede llevarte a hábitos poco saludables y a tener un mayor riesgo de contraer enfermedades.
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¿Existe alguna razón detrás de estos antojos? Platicamos con Paola Tena, Nutrióloga funcional y nos explicó el por qué de este antojo inmenso de pan, pasta y todo lo que nos gusta y a veces no podemos parar de comer.
1. Desajustes bioquímicos en tu cerebro
Recientes investigaciones sugieren que la mayoría de los antojos tienen que ver con tu cerebro. El azúcar y los alimentos ricos en ella activan áreas del cerebro que provocan la liberación de un neurotransmisor llamado dopamina, causando una sensación de placer.
La dopamina juega un rol muy importante en el comportamiento de recompensa. Así, tu antojo por azúcar y carbohidratos no es más que una “recompensa” que busca tu cuerpo para tener placer. Es por esto que resulta muy importante restablecer los mecanismos bioquímicos de tu cerebro.
Tip: ¡Haz ejercicio! No solo ayuda a aliviar el estrés y a tener una mejor salud, sino que también aumenta nuestros niveles de dopamina.
2. Alimentación incorrecta con carbohidratos
Los carbohidratos se descomponen en glucosa o energía inmediata para el cuerpo. Por esta razón, cuando estás muy cansado o estresado, tu cuerpo pide carbohidratos para tener una sensación de energía y bienestar. Por otro lado, tener mucho antojo, ansiedad o falsa necesidad de azúcar es una consecuencia de nuestro consumo de azúcares simples. Éstas elevan tu glucosa, dándote energía inmediata para después, volverla a bajar. Esto causa una importante disminución en tu energía, generando que busques más y más azúcar.
Entonces, ¿qué hago? Elimina el azúcar simple de tu dieta. Evita comer galletas, donas y barritas y reemplázalas por carbohidratos ricos en fibra y grasas saludables. Juntos te ayudarán a estabilizar los niveles de glucosa en tu sangre y tendrás una mayor energía y rendimiento durante el día.
Reemplaza las galletas y barritas comerciales por un puño de frutos rojos como fresas, zarzamoras y moras y acompáñalas con un poco de almendras.
3. ¿Sueño deficiente? Ahora entenderás muchas cosas...
Sí, tus hábitos de sueño también pueden causar antojo de carbohidratos. Las investigaciones demuestran que incluso una noche de mal sueño puede disminuir la función de ciertas áreas de tu cerebro encargadas del juicio y la toma de decisiones. No dormir también puede aumentar la actividad de regiones cerebrales primarias más profundas que responden directamente a las recompensas. Todo esto aumenta la probabilidad de comer comida “reconfortante” como el azúcar, el pan y las harinas.
Si tienes problemas para conciliar el sueño y tu sueño es poco reparador una buena fórmula a base de magnesio, aminoácidos y antioxidantes te ayudará a relajarte e inducir el sueño para un correcto descanso. Si consigues en cápsula, tomar dos antes de dormir serán más que suficientes.
4. Deficiencias nutricionales de cromo, zinc, glutatión y serotonina
Los desequilibros también pueden manifestarse como antojos de azúcar y carbohidratos. Esto sucede porque participan en cientos de procesos que ocurren en nuestro cuerpo: desde su propia metabolización hasta la producción y regulación de hormonas.
a. Cromo: es un mineral importante para el correcto funcionamiento de insulina, incrementando la sensibilidad y mejorando la captura de glucosa.
b. Zinc: desempeña un papel importante en la síntesis, almacenamiento, secreción y actividad de la insulina. Es por esto que, las deficiencias de zinc, modifican la función de la insulina.
c. Glutatión: además de ser un regulador importante que modula la sensibilidad de las células β del páncreas, incrementando la sensibilidad de la insulina, el glutatión es el antioxidante por excelencia.
d. Serotonina: La ingesta de ciertos alimentos controla la liberación de serotonina, el neurotransmisor que regula el estado de ánimo y el apetito. Es por esto que los bajos niveles de este neurotransmisor provocan que busquemos carbohidratos para sentirnos mejor.
Tip: Integra alguna fórmula con cromo, té verde y carnitina en tus líquidos y te ayudarán a tener energía todos los días. ¿Lo mejor? Te ayudará a quemar la grasa y disminuirá tu antojo de carbohidratos.