El color rosa de pies a cabeza, la purpurina o los detalles naive son algunas de las señas identitarias de esta estética que ahora adquiere un nuevo significado.
¿Que es la tendencia ‘Bimbocore’ y cómo se ha dado un giro feminista al código estético más polémico de los años 2000?
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Con una generación Z cada vez más consciente de lo que viste no solo en materia de ética y sostenibilidad, sino del mensaje y las connotaciones que se esconden de cada decisión estilística. El regreso de la estética de los años 2000 no es mera casualidad. Para entender este comeback muchos hacen referencia a la industria de la nostalgia, algo que es más que tangible en las camisetas gráficas que traen de vuelta a grupos de música de los años 90 y 2000.
¿Qué es la tendencia ‘Bimbocore’ (qué significa)?
Frente al clima de desencantado e incertidumbre actual, el comienzo de los años 2000 se percibe ahora como una utopía. Se ha idealizado hasta el punto que muchos de sus símbolos se han resignificado por completo. Un claro ejemplo de ello es la tendencia bimbocore que se centra en la estética más que repetida en las comedias románticas o series adolescentes de comienzos del siglo XXI.
Esta exaltación de la feminidad provoca ahora en el feminismo el efecto contrario que por aquel entonces. Lejos de rehuirlo, se abraza y comprende
Ahora desde el feminismo se abrazan precisamente todo tipo de identidades, cada vez con más consciencia y sororidad, haciendo que algunos personajes de ficción que parecían planos, vacíos o insignificantes sean ahora vistos de diferente forma.
La generación Z abraza la estética bimbo, a través de la cual se explora la hiperfeminidad y se convierte en un acto de resistencia contra una cultura que ha asociado siempre lo relacionado con lo femenino con lo débil. Deentro de esta paradoja que supone resignificar un código que, en su día partió de la hipersexualización y de la estigmatización, no deja de ser un ejemplo de como cambiar la mirada masculina por la nueva visión de la femenina, puede transformar por completo el paradigma. Por otro lado, nos demuestra que la moda nunca está exenta de mensaje o reivindicación. Sigue leyendo...
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