Así es como se ve el Día de muertos x Pandora. Un charm que se hizo en colab con una artista mexicana. Lo vas a querer después de leer esto. El más reciente charm de edición limitada por Pandora es de llamar la atención. A la vez que sofisticado, resulta sutil y fiel a las formas que le acompañan. Dos cráneos adornados en compañía de unas peculiares y rosáceas flores de cempasúchil. Nada de exotismos ni de elementos ya procesados por la mirada extranjera sobre una tradición que es muy nuestra. Y es que detrás de éste se encuentra la participación de Mónica Loya, una artista visual originaria de Chihuahua que, aparte de joven, resultó ser la mujer (mexicana) ideal para este objeto conmemorativo. Nadie mejor que una persona cercana a las costumbres y experiencias que se pretenden retratar para no terminar haciendo un diseño que sólo grite “marketing” o –en este caso– mexican curious.
Un gran atino que Pandora haya decidido entablar diálogo con Loya, cuya obra siempre es interesante de mirar y poner en perspectiva. Su estética, de expresiones enigmáticas y visión pop, resulta imponente y adecuada para inyectar de juventud, vitalidad y vigencia a este charm. Una joya que rescata simpleza y, justamente, cómo el Día de Muertos es una fiesta –pero sobre todo un ejercicio de memoria ritual– que evoluciona. Que nunca pierde su lugar en la vida de todos los mexicanos.
Sobre las calaveritas
Y hablando efectivamente de las calaveras que protagonizan este diseño, que nos recuerdan directamente a los adornos de azúcar en nuestros altares de 2 de noviembre, ¿has pensado en sus porqués? ¿En el origen de estos dulces cráneos con festivos adornos y flores?
Pues resulta que su principio proviene de las culturas mesoamericanas. Recordemos que la muerte, para los antiguos mesoamericanos, era sólo el fin de una etapa de vida sobre esta tierra. El cierre de un ciclo. El paso a una vida que se extendía a otro nivel, a otra forma de existir. Para ellos, era común conservar cráneos y mostrarlos durante los rituales que simbolizaban el término de ese ciclo. Asimismo pasaba con diversas prácticas posteriores a la guerra o en la celebración de sus muertos, habitantes ya de otro plano. Tras la conquista de los españoles, estos rituales y prácticas, tan en contra de los preceptos del catolicismo, fueron prohibidos. Fueron considerados como prácticas paganas y diabólicas. Y en muchos casos, dado que bastantes pueblos originarios se resistieron a la eliminación de estos, en vez de ser eliminados, se sustituyeron o conjugaron con otros. El caso del Día de Muertos es el más claro entre todos.
Y pues estos dulces en forma de calaveras –tradicionalmente de azúcar, aunque también hay de chocolate y amaranto– llegaron para sustituir a los cráneos de verdad. Como un recordatorio menos “agresivo” del destino que todos compartimos. Un elemento decorativo (aunque también ritual) que sirve para reflexionar las dos posibilidades de existencia que tenemos: una en el plano de los vivos, otra en el plano de los muertos. Un eje que Mónica Loya mantuvo presente en su diseño, jugando con la alegoría del día y de la noche. En cada una de las calaveras se puede distinguir un sol y una luna en sus frentes, como símbolo de un trayecto que viene y va.
Consíguelo
Este charm de Día de Muertos bien puede usarse el resto del año, como un objeto dedicado al recuerdo de tus seres queridos. A la celebración tan particular que tenemos los mexicanos de la muerte, considerándola en todo momento como un ente y un fenómeno siempre presente. Al cual no hay que temerle, sino respetarle y (sobre todo) comprenderle. Este charm de edición especial está disponible sólo en México, a partir del 22 de Octubre, en boutiques Pandora y hasta que se agoten todas las unidades. Por cierto, visita las redes de Mónica Loya. Te va a encantar su trabajo.
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