Una de las cosas que más apoyamos, es sin duda el cuidar nuestra alimentación lo más que se pueda entre semana. Y aunque no recomendamos comer sin control los fines, darnos un buen gusto o ‘romper la dieta’ como muchos dicen, nos hace mucho más bien que mal.
Recorriendo la CDMX nos encontramos en una de las zonas más visitadas y amadas por nosotros; OBVIO hablamos de Polanco, buscando donde llenar nuestras ganas de un buen platillo y de paso un postre delicioso.
Tras ver varios lugares y escuchar recomendaciones, llegamos PORTER, un lugar que de entrada, nos enamoró con su estética perfecta. Entre lo rústico y arte moderno, este sitio lleno de grandes espejos, libros, arboles y velas nos deleitamos con una cena que realmente nos fascinó y casi no podemos terminar de comer. Esto último porque a pesar de ser comida hecha a la perfección, los platillos son por de más bastos:
“Venir sin dieta no es una invitación a perder la línea, es una cita para comer sin culpa. Lo que nosotros llamamos “dieta de la selva” porque comes como un animal, pero con el instinto de elegir solamente lo mejor. En Porter cocinamos para aquellos que saben que su cuerpo no tiene pancita chelera, lo que en realidad tienen es una vida llena de historias por escuchar y contar alrededor de la mesa y una buena bebida, con los amigos, la familia o los compañeros de la oficina que merecen más de nuestra atención fuera de los escritorios”, así se describe Porter.
Además, ya entrada la noche Porter se convierte en la puerta de entrada de Scotch, una especie de antro privado de los más sofisticados de la ciudad.
