Al cumplirse más de dos décadas desde su retiro del fútbol, David Beckham se encuentra en el ojo de la noticia por una razón inesperada: una antigua lesión que vuelve a generar titulares. La leyenda británica fue hospitalizada recientemente para someterse a una intervención que, aunque discreta, reveló una historia sorprendente y muy personal.
Aunque la imagen de David Beckham generó especulaciones en medio de la separación de su primogenito, Brooklyn, el astro alemán reapareció esta tarde en la inauguración del torneo de tenis Wimbledon 2025, pero lo hizo con un cabestrillo que mantiene su mano inmovilizada y esta es la verdadera razón.
Un accidente de 2003 que nunca cicatrizó por completo
La raíz del asunto se remonta a mayo de 2003. Durante un amistoso entre Inglaterra y Sudáfrica, David Beckham sufrió una caída que le fracturó el hueso escafoides —la delicada articulación entre la muñeca y la base del pulgar—, tras un choque con el defensa Thabang Molefe. En ese momento, se le colocó un tornillo, aparentemente absorbible, para estabilizar la articulación, y continuó jugando con relativa normalidad. Sin embargo, este tornillo no se disolvió como se esperaba y quedó alojado en su antebrazo, provocándole molestias persistentes.
El diagnóstico culminante: dolor ya “insoportable”
Con los años, Beckham reportó un malestar leve, una molesta punzada ocasional. Pero en los últimos meses, esas molestias hicieron más que llamarle la atención: se convirtieron en un dolor crónico. Según fuentes cercanas, ese tornillo semi-incrustado fue detectado durante un reciente examen que reveló su posición errónea. Fue entonces cuando tomó la decisión definitiva: removerlo mediante cirugía.
Fiel a su estilo discreto, David Beckham optó por evitar los focos: su operación fue planificada con rigor y sin alarma mediática. Fue internado, recuperó el fragmento metálico alojado y, según medios británicos, la intervención fue exitosa. La imagen capturada por Victoria desde la cama del hospital con un brazo inmovilizado —y una pulsera con el mensaje Get well soon daddy—, confirmó que el ánimo estuvo lejos de decaído.
Tan pronto como su estado lo permitió, Beckham reapareció públicamente. Lo hizo en Atlanta, luciendo un cabestrillo azul —coordinado con su impecable traje— mientras animaba a Inter Miami frente al PSG en el Mundial de Clubes. Moderadamente jocoso, explicó a DAZN que también aprovecharon para retirar una astilla –literalmente– que llevaba años alojada en su dedo. ¿El resultado? Un alivio visiblemente notable y la determinación de pasearse con el cabestrillo en los próximos días.
¿Por qué dio el paso a los 50 años?
Quizás suene curioso que una operación de esta naturaleza se postergue tanto. La clave está en el diálogo entre disciplina y cuidado personal. Beckham, conocido por su rigor físico, extendió el cuidado a décadas pasadas hasta que la incomodidad lo hizo priorizar su salud. A los 50, en plena transición de estrella futbolística a empresario deportivo y figura pública, decidió cerrar ese capítulo con una operación moderna y precisa.