Las estrías son parte natural de los cambios que vive la piel a lo largo de la vida. Aparecen cuando el tejido cutáneo se estira de forma rápida, ya sea por crecimiento, embarazo, cambios hormonales o variaciones de peso. Lejos de ser una imperfección, son un testimonio de la elasticidad, adaptación y fortaleza de nuestro cuerpo. Sin embargo, si deseas prevenir su aparición o atenuar su visibilidad por cualquiera que sea el motivo, existen métodos eficaces que pueden incorporarse a la rutina diaria con respeto, cuidado y sofisticación.
Hoy en Harper’s Bazaar te presentamos los 5 consejos efectivos y novedosos para cuidar tu piel y acompañarla con suavidad en sus procesos naturales.
Hidratación profunda y constante
La hidratación es uno de los pilares más importantes para mantener la piel flexible y resistente. Optar por cremas o aceites ricos en ingredientes como manteca de karité, aceite de rosa mosqueta, vitamina E o ácido hialurónico puede mejorar la elasticidad cutánea y prevenir la formación de estrías. La clave está en la constancia: aplicar dos veces al día, con suaves masajes circulares que también estimulen la circulación sanguínea.
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Nutrición desde el interior
Una piel saludable comienza desde dentro. Una dieta rica en antioxidantes, ácidos grasos esenciales (como omega-3), proteínas de alta calidad y vitamina C favorece la síntesis de colágeno y elastina, fundamentales para una piel firme y resistente. Beber suficiente agua también es esencial para mantener la piel hidratada a nivel celular.
Evitar cambios bruscos de peso
Aunque el cuerpo está en constante transformación, los cambios súbitos de peso pueden favorecer la aparición de estrías al forzar la piel a estirarse rápidamente. Siempre que sea posible, procurar que esos cambios se den de forma gradual, con un enfoque amable y saludable, puede minimizar este efecto. El acompañamiento médico o nutricional también es clave si estás atravesando procesos importantes como embarazo o recuperación física.
Exfoliación suave y regular
Una exfoliación controlada ayuda a eliminar células muertas, estimula la renovación celular y permite que los productos hidratantes penetren mejor. Se recomienda usar exfoliantes suaves, naturales o enzimáticos, una o dos veces por semana. Este gesto no solo mejora la textura de la piel, sino que también favorece un tono más uniforme.
Tratamientos dermatológicos personalizados
Para quienes desean reducir la apariencia de estrías ya existentes, existen opciones dermatológicas eficaces como el láser fraccionado, la radiofrecuencia o los peelings químicos suaves. Siempre deben realizarse bajo supervisión profesional, respetando el tipo de piel y sus necesidades específicas. Estos tratamientos estimulan la producción de colágeno y ayudan a mejorar la textura de manera progresiva.
Las estrías no necesitan ser borradas para validar la belleza de un cuerpo. Pero si se elige cuidar, prevenir o suavizar su presencia, hacerlo desde el respeto y el conocimiento es la forma más elegante y consciente de acompañar la piel en su viaje. Porque cada línea cuenta una historia, y cuidar la piel también es una forma de honrarla.