¿Y si los roles de género fueran invertidos en los anuncios machistas de los años 50?

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Un cambio de perspectiva en tiempos cuando se lucha por la equidad... El fotógrafo libanés Eli Rezkallah ha conseguido a los 31 años de edad que su nombre diese la vuelta al mundo en cuestión de un par de semanas. En clave de ironía presentó el pasado 10 de enero en su perfil de Instagram y en el resto de redes sociales una serie de fotografías que conforman su último proyecto, In a parallel universe (En un universo paralelo, traducido al español). En él se muestran anuncios publicitarios machistas de la época de mad men de los 40, 50 y 60, y los contrapone con sus propias creaciones en la que ha recreado dicha publicidad pero invirtiendo los roles de género de sus protagonistas. Por lo que en estos nuevos carteles se puede ver por ejemplo a una mujer con traje chaqueta consolando a su marido en delantal en la cocina diciéndole: "¡no te preocupes cariño, al menos no has quemado la cerveza!”.

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Con una buena dosis de humor y de una forma visual a la par de directa, este artista denuncia el sexismo de la publicidad de aquella época que bien podría trasladarse a determinadas situaciones que vivimos en la actualidad en nuestra vida diaria. Y de ahí surge la idea para crear este proyecto: “El último Día de Acción de Gracias estaba visitando a mi familia en Nueva Jersey y escuché por casualidad a mis tíos hablar sobre cómo las mujeres están mejor cocinando, cuidando la cocina y cumpliendo ‘con sus deberes femeninos’. Aunque sé que no todos los hombres piensan de esa manera, me sorprendió saber que algunos todavía lo hacen (...) la esencia de estos anuncios todavía está presente en los pliegues de la trama social moderna de hoy en día, así que seguí imaginando un universo paralelo”, cuenta Eli Rezkallah a Harper’s Bazaar US.

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Para llevar a cabo este trabajo, el fotógrafo visual revisó más de 100 anuncios de la época de mad men hasta que al final seleccionó aquellos que más le llamaron la atención y los que más repercusión pensaba que podían llegar a tener. Creó la campaña como cualquier otra, primero realizando las fotografías y posteriormente en postproducción añadiendo los rótulos y demás elementos de diseño. En muy pocos días En un universo paralelo se viralizó por Internet entre los usuarios de las redes sociales y las plataformas digitales de todo el mundo se hicieron eco de la noticia. “Estoy muy contento de que el mensaje haya sido muy bien recibido y entendido por una gran audiencia. Mi familia y amigos cercanos se sienten orgullosos y solidarios, ya que comparten los mismos valores que yo y creen firmemente en aquello que intento transmitir con la campaña”, afirma Eli Rezkallah.

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Con este proyecto no se intenta más que conseguir que “las personas que están atrapadas en los roles de género impuestos por las sociedades patriarcales sean capaces de ver visualmente las grietas en la limitación que esos roles conllevan”. Porque aunque no sea tan evidente como en estos anuncios de mediados del siglo pasado, aún se siguen viviendo situaciones de desigualdad tanto dentro del ámbito laboral como del hogar.

El cuidado de los niños, las tareas de casa, preparar la comida, hacer las compras, etc., sigue pesando más sobre las mujeres en muchas ocasiones a pesar de que trabajan las mismas horas que sus parejas. Y eso es inaceptable. Debe existir una situación de igualdad de obligaciones y de derechos por ambas partes para eliminar el patriarcado de una vez por todas.

Las mujeres son una gran inspiración en la mayoría de los trabajos de Rezkallah, “es una representación visual de la negación de las mujeres y las medidas que toman para escapar de la realidad y recrear la suya propia”, y en esta ocasión ha combinado la ironía con una buena denuncia de las conductas machistas dentro del ámbito del hogar.

Es por lo anterior que a partir de ahora hay que seguir muy de cerca los pasos de este fotógrafo tan creativo y reivindicativo, porque seguro que no decepcionarán. Mientras tanto, podemos ver las propuestas de En un universo paralelo y estudiarlas en profundidad. Tanto el mensaje como el arte final son toda una delicia visual.

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