Hoy en día podemos pedir comida, un auto que nos lleve a cualquier lugar, incluso comprar ropa o alquilar una casa desde nuestro smartphone, por lo que no suena para nada extraño que rentar ropa se convierta en una de las actividades favoritas para aquellos y aquellas a los que no les gusta repetir estilismo.
Para ello, recientemente surgió una aplicación con ese objetivo: rentar ropa. ¿Su nombre? Tulerie, fundada por Violet Gross y Merri Smith, quienes apuestan a que las mujeres de hoy en día quieren vestir ropa y accesorios de diseñador sin la necesidad de gastar tanto.
El inicio de esta colaboración se remonta al año 2016 en los Jardines de las Tullerías (de donde se deriva el nombre) cuando ambas fundadoras de 35 años, se conocieron en la Semana de la Moda de dicho año. En ese momento Smith estaba trabajando en Saks Fifth Avenue y Gross haciendo algo de freelance,
En su encuentro, Smith tuvo la tarea de llevar a Gross y su esposo al espectáculo de Isley Miyake, y después de una conversación entre copas de vino, las dos descubrieron que compartían un espíritu empresarial inminente que las llevó a comenzar a desarrollar una idea en conjunto: Tulerie, empresa experta en rentar ropa.
Gross tenía experiencias en finanzas y Smith en moda, y después de una lluvia de ideas llegaron a un concepto: un armario dirigido a mujeres de entre 25 a 45 años, en el que los miembros podían rentar ropa y accesorio de alta gama entre sí.
Este tipo de práctica tras el éxito en Europa y EEUU, ha llegado a México con gran potencia, sobretodo en el la renta de vestidos para fiestas.
es una de las pioneras en México con respecto a la renta de ropa y también comparte el modelo de trabajo extranjero que ha generado tanto éxito en esta tendencia.
El primer segmento: los fanáticos del fast fashion que compran piezas y se suman a las tendencias nuevas a un precio asequible todo el tiempo.
¿La ventaja? Pueden ver en su cuenta bancaria ahorros considerables que difieren mucho de cuando acostumbraban a comprar toda su ropa.
En segundo lugar: los amantes del lujo, aquellos compradores que prefieren las piezas de alta gama, las usan varias veces para luego adquirir otros modelos en lugar de comprar uno y dejar que se empolven que sus grandes armarios.
¿Su particularidad? Ven la plataforma como una forma de obtener un retorno de sus grandes comprar, como los anfitriones de Airbnb ganan dinero de sus hogares cuando están fuera.
En tercer lugar: el intermediario, esta clase de usuario se define porque presta y toma prestado.
¿Cómo? Todos aquellos que después de usar cinco veces una pieza, no quieren usarla de nuevo y prefieren ponerla en renta, pero también rentan.
Pero no todo termina ahí, además de comercializar un menor costo por el uso de artículos caros para los usuarios, consideran que es una especie de comunidad de estilo, así como un gran intercambio festivo de ropa, pues para garantizar una buena experiencia de usuario, evalúan el potencial de cada miembro con una entrevista de FaceTime que dura diez minutos, en la que a cada uno le preguntan cómo supo de Tulerie, qué es lo que busca y cómo incorpora la sustentabilidad en su vida. “Siempre pregunto cuál es el armario de sus sueños”.
También, como Airbnb, este tipo de industria ‘nueva’, tiene una función de revisión que fomenta un sentimiento de comunidad, ya que los usuarios pueden enviarse mensajes entre ellos para preguntar sobre el ajuste o el estilo.
¿Qué pasa si un articulo se daña? Aunque de acuerdo a las fundadoras no ha ocurrido, el usuario que presta es responsable de su precio minorista actual. ¿Y el envío? Aunque los usuarios son responsables de enviar sus prendas por correo, Gross y Smith están monitoreando las entregas para asegurarse de se envíen y devuelvan a tiempo.
Esta aplicación es un ejemplo de economía compartida que lleva más allá de las ideaa tradicionales sobre la propiedad, a ella le precede Rent The Runway, un servicio popular que ha estado alquilando una selección curada a los usuarios desde 2009, su mayor competencia con 450 marcas (mientras que Tulerie solo reúne 290).
Es así como el modelo para compartir de usuario a usuario de Tulerie ofrece una solución alternativa: mientras que Rent The Runway los únicos artículos de Gucci disponibles para el usuario son gafas de sol, los miembros de Tulerie pueden tomar prestada una chaqueta de punta de seda de Gucci y pantalones a juego.
Luego de la llegada de aplicaciones como Tulerie, podemos pensar que si los administradores de la economía compartida se comportan correctamente sobre el futuro del consumismo, el mercado será lo suficientemente grande para todos. Y quizá solo es cuestión de tiempo para que nuestra ropa también forme parte de otro wardrobe.
