Las fórmulas para hacer que los labios luzcan espectaculares se han reinventado con el paso de los años, también han surgido nuevas texturas y agregado nuevos efectos. En medio de esta gran variedad, se encuentran el lipstick y la tinta para labios, el primero no pasa de moda, y el segundo se ha consolidado como uno de los favoritos.
Ahora sabemos que para lograr el color, brillo y suavidad que deseamos, ya no es suficiente un solo producto. Actualmente, es muy común que juguemos con las tintas, el lipstick y el gloss, porque, aunque puedan sonar que sirven para lo mismo, cada uno tiene un propósito diferente.
Diferencia entre lipstick y tinta para labios
Tanto el lipstick como la tinta para labios te darán el color que deseas; sin embargo, la forma de fijarlo y la textura pueden ser muy diferentes. Antes de elegir, toma en cuenta estas diferencias entre ambos productos.
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Lipstick
La fórmula de los lipstick usualmente vienen en barra deslizable, con la forma puntiaguda que conocemos para definir el arco de cupido. Están hechos a base de ingredientes como aceites, ceras vegetales, pigmentos y activos minerales o sintéticos.
El brillo tan característico que solemos ver en algunas barras se debe a las partículas de mica u óxido de titanio, que le dan ese efecto. Existen infinidad de acabados en los lipstick, como mate, satinado, cremoso y glossy, con efecto permanente o de fácil limpieza.
Sin importar el tono, la cobertura siempre será alta, dejará un efecto cremoso y rellenará las líneas de los labios, para unificar su textura.
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Tintas
Las tintas para labios se popularizaron con el k-beauty, su formulación, por lo general, su textura es líquida y está hecha a base de gel o agua. Su principal objetivo es dejar un color ligero sobre los labios que no se borra con el paso de las horas sin sacrificar la hidratación.
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Su textura está lejos de ser un gloss o un labial cremoso. Al aplicarla, deja un aspecto natural, de larga duración y sin brillo. Una vez que se secan, se quedan de forma permanente, y no se transfieren.
El efecto que deja, como si acabaras de comer una paleta de fresa, permite que el color sea construible, por lo que puedes aplicarlo como base y retocar con gloss o lipstick para que tus labios luzcan más carnosos.
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