Durante años, el confort se apoderó del calzado femenino. Zapatillas chunky, mocasines todoterreno y botas de plataforma reinaron como respuesta a una industria que, por fin, escuchaba al cuerpo. Pero en 2025, el stiletto —sí, ese tacón delgado, afilado y desafiante— ha regresado con un nuevo manifiesto: la elegancia no está peleada con el poder. Y mucho menos con el estilo personal.
El regreso de los stilettos no es una casualidad ni un simple ciclo de tendencias. Responde a una revalorización de la feminidad consciente. Ya no se trata de imponer dolor para lucir sofisticada, sino de reapropiarse de una silueta que potencia la postura, el aplomo y la actitud.
¿Por qué los stilettos?
El stiletto, nacido en los años 50 y popularizado por Christian Dior y Roger Vivier, siempre ha sido sinónimo de refinamiento. Su tacón delgado y definido —generalmente de entre 7 y 10 centímetros— estiliza la pierna, eleva cualquier atuendo y transforma por completo la forma de caminar. No es simplemente un zapato de tacón: es un gesto y una declaración de presencia.
Diseñadoras como Amina Muaddi, Sarah Flint y Manolo Blahnik han reformulado su diseño para hacerlo más amable con el pie moderno: con plantillas acolchadas, arcos más ergonómicos y materiales flexibles que permiten usarlos más allá de un evento especial. Por eso, ya no es extraño ver stilettos integrados en looks de día, en oficinas creativas o en pasarelas de street style.
Así se llevan en otoño-invierno 2025
A pesar de las temperaturas bajas, el stiletto se adapta a los climas fríos con una versatilidad renovada. Estas son dos formas clave de integrarlos en tu guardarropa:
Con medias negras opacas y faldas midi de lana
Un clásico que vuelve con fuerza. El contraste entre la sobriedad de la falda y la verticalidad del stiletto genera un efecto de elongación visual. Elige stilettos de charol, terciopelo o acabados satinados en tonos borgoña, petróleo o camel oscuro. Y si quieres ir un paso más allá: prueba con medias estampadas para un guiño juguetón.
Debajo de pantalones sastre extra largos
La silueta fluida del pantalón ancho encuentra en el stiletto su compañero ideal. Aunque no se vea completamente, el tacón crea un movimiento elegante al caminar y aporta altura sin sacrificar elegancia. Ideal para reuniones formales o cenas donde se impone una estética pulida, pero sin rigidez.
Elegancia sin sumisión
El nuevo stiletto no pretende replicar los códigos del pasado. Hoy se lleva por elección, no por presión. Y eso lo convierte en una pieza empoderadora. No se trata de volver a sufrir por la moda, sino de entender que ciertos códigos estéticos —como este tacón filoso— siguen teniendo vigencia si se interpretan con libertad.