1. Si vas a trabajar mucho, mejor que seas tu propio jefe</b>. Freelance</i> por antonomasia de las series de los 90, Carrie pasaba el día enganchada a su laptop</i>, pero se dedicaba a lo que amaba, y lo hacía desde su propia jefatura. ¿Podemos decir todos eso?</p>
2. Las marcas de moda, el mejor sustituyente para una sesión de psicólogo</b>. El drama acechaba detrás de cada neoyorkina esquina a Bradshaw, pero ella lo combatía como mejor sabía, yendo de shopping</i>. Su marca fetiche, Manolo Blahnik.</p>
3. Procura no mezclar amor y trabajo, o la factura recibida será muy cara.</b> Ella alardeaba de ser una mujer independiente y autosuficiente, pero la realidad es que su estabilidad dependía de su principal amor, Mr. Big, que era el objeto de crítica y reflexión de cada artículo que escribía. Un error a tener en cuenta, nunca supedites tu pasión a un hombre jamás.</p>
4. ¿La mejor terapia en grupo? Una comida con tus mejores amigos</b>. Así solucionaba su particular mundo, huyendo de cualquier otro especialista que le cobrase un dólar por escucharla. Sus mejores amigas eran su pilar en el que se apoyaba para ser alguien de éxito. </p>
5. El arte, arte es.</b> ¿De profesión artista? Es posible, pero con mucha suerte. Así lo demostró con una de sus principales parejas, Aleksandr Petrovsky, quien dejó claro que del arte es difícil vivir incluso en la Gran Manzana. Poner los pies en la tierra es la mejor opción.</p>
6. Siempre te quedará París</b>. Así acaban sus aventuras, escapando a la ciudad a la que cualquier persona estancada en su profesión o labor huye, la ciudad del amor y parece que la de las nuevas oportunidades.</p>
fuente: